A las cuatro de la mañana la alarma incesante le indica a Yalena Jácome que
es el momento de iniciar una nueva jornada de trabajo. A las 5 llega al canal
RCN para informar los principales acontecimientos que están sucediendo en
Colombia y el mundo. Las luces del set se han encendido, están preparando las
cámaras y muchas notas aún no han sido editadas. Yalena espera el llamado para
empezar en directo el noticiero de las seis. Aunque lleva tres años en este
medio, los nervios aún son los mismos; sin embargo, la tranquilidad y
profesionalismo que la caracterizan la llevan a ser una de las presentadoras de
noticias más reconocidas del momento.
Años atrás, para esta mujer del Carmen de Bolívar, descomplicada y serena, el
estar frente a una cámara para todo el país, era un sueño. Para muchas personas
de su alrededor era algo imposible, para ella era una meta que debía alcanzar.
“Siempre se debe pensar que Dios tiene cosas buenas para nosotros. Las
dificultades son oportunidades; no nos debemos angustiar. Yo soy una pelada de
un pueblo que no tiene agua y que a nivel de educación no es el mejor, pero
tenía en claro que quería ser una excelente presentadora y periodista, así que
busqué los medios para lograrlo y decidí estudiar y prepararme para eso”.
Yalena realizó sus estudios profesionales en Barranquilla, donde dio sus
primeros pasos como periodista en Radio Libertad y el programa musical “El show
de la salsa”. Pero fue en City Tv, donde trabajó siete años, que se dio a
conocer. “En City Tv yo arranqué mi carrera desde abajo: fui presentadora
comercial, después me dieron secciones de programas, luego pasé al noticiero y
de allí me dieron un programa… Esa fue mi especialización en Bogotá, porque pude
aprender muchísimo”.
Hace once años que esta presentadora vive en la Capital. Aunque asegura
haberse acostumbrado al frío, no deja que pase un mes sin sentir el calor de la
tierra que la vio nacer. A pesar de ser una imagen pública, no deja atrás la
sencillez y humildad que la caracterizan, como tampoco su acento costeño. Al
principio, cuando llegaba a visitar a su familia a Carmen de Bolívar, debía
esconderse porque todos sus vecinos querían saber sobre el mundo de la
televisión, los famosos y tener una foto con ella. Ya el tiempo ha normalizado
las cosas y Yalena puede disfrutar de una buena conversación con sus amigos en
la puerta de su casa, sin maquillaje y hasta descalza, pues nunca ha tenido
ínfulas de diva. Ella se considera una buena hija, novia, tía, una persona
estudiosa, alegre, cariñosa y muy creyente.
Su llegada a Bogotá no fue repentina ni por casualidad, pues desde que tenía
15 años deseaba ser modelo, una idea que para sus conocidos era alocada, pues a
diferencia de lo que es ahora, era una niña que pasaba por desapercibida debido
a su contextura extremadamente delgada, lo que la hacía sentir como un “patito
feo”. Pero el patito se convirtió en cisne, y durante año y medio ejerció el
modelaje, lo que la ayudó con sus gastos personales. “Cuando le pedí a mi mamá
que me dejará estudiar modelaje, ella me puso como condición que ingresara a la
universidad. Al terminar la carrera, ella pensó que se me había olvidado el
acuerdo, pero lo tenía muy presente. Le reclame mi regalo y me vine a Bogotá a
estudiar modelaje, luego hice diplomados y especializaciones referentes a mi
profesión”.
Para esta mujer trigueña, alta y de ojos castaños el ser modelo sólo fue algo
más que se propuso y logró, pues su enfoque está en la presentación y el
periodismo. Día a día trata de dar lo mejor en su trabajo, crecer
profesionalmente y consolidar un nombre para futuros proyectos. Es por eso que
una noticia de último minuto nunca la toma por sorpresa. Ella siempre está
preparada y lleva consigo una cartera en la que guarda un material con la
investigación personal de los personajes más destacados y que en cualquier
momento pueden ser noticia; se trata del “bolsito del hechicero”. “Los
productores le han colocado así, porque cuando pasa algo de última hora, yo saco
mis hojas y empiezo a leer mi investigación. Yo tenía previsto que a Gadafi lo
iban a coger, entonces tenía unos apuntes con su biografía: desde cuando habían
iniciado las revoluciones, todo lo relacionado con él. Otras investigaciones son
de Cano, los Nule, Mandela, Fidel Castro… porque no es sólo presentar, es saber
qué vas a informar”.
Esta costeña, cuya comida favorita son los patacones, desde hace dos años y
medio tiene una relación con el director de videos barranquillero Gustavo
Camacho. Aunque él vive en Miami y ella en Colombia, el noviazgo se mantiene
firme. “Mi novio tiene un trabajo en el que él dispone de su tiempo y la mayoría
de los videos los realiza aquí, entonces lo máximo que hemos durado separados en
este tiempo de novios han sido 15 días”.
Aunque tiene planeado casarse y tener hijos, aún no hay fecha para boda.
Yalena Jácome confía en los planes que Dios le tiene guardados y, mientras estos
llegan, continúa comprometida con su trabajo sin descuidar lo que más ama: su
familia, sus amigos y su pareja.